ENFERMEDAD MODERNA: ESTRÉS EN LOS JÓVENES
Yessica ya no desea continuar con su carrera, siente mucha presión
sobre ella. El cansancio diario y los constantes dolores de cabeza no juegan a
su favor, muchas veces ha pensado el dedicarse solo a trabajar y vivir de esa
manera hasta que encuentre una estabilidad en su vida. Estar todo el día de aquí
para allá, esperando en el interminable tráfico de Lima para poder llegar a su
destino, una vez que llega a su casa,
apoya en lo que puede con los quehaceres y a la vez tiene que sobrellevar los
diferentes altercados que se suscitan en su hogar, todo esto provoca el constante
pensamiento de tirar todo por la borda para poder disfrutar de un deseado
descanso, o tan solo un respiro de todo; al igual que ella muchos jóvenes presentan,
constantemente, este tipo de pensamientos, por diferentes razones pero con una
molesta consecuencia en común, el estrés.
Según muchos estudios psicológicos, una de las épocas en la
vida de los humanos en las que más estamos sometidos a situaciones de estrés es
durante la juventud, y es que la transición desde la adolescencia al ser un joven adulto es muy
complicado. Sobre todo porque empiezan a vivir situaciones propias de una
persona mayor, responsabilidades de las cuales no saben pero tienen que
aprender a manejar, sin tener todavía los recursos necesarios para superarlas
con éxito.
El psicólogo egresado de la universidad Ricardo Palma, Javier Alarcón Salazar, nos
explica al respecto “Podría decirse que el estrés juvenil forma parte de la
vida moderna tanto o más que los móviles, internet o los lugares recreacionales con acceso a la comida rápida. Tanto la “mezcla” de ocupaciones, sobrecarga y,
principalmente la desorganización son en su mayoría causantes de esta
presencia no grata, Sin embargo, por los
casos que he podido observar desde hace unos años atrás, son los jóvenes, y en
especial las mujeres, el sector de la sociedad que más lo sufre”. Tal como lo
vemos reflejado en la vida de Yessica, siendo punto clave en este tema los
niveles de ansiedad y otras emociones negativas percibidas constantemente en el día a día, convirtiendo
a los jóvenes, justamente, el grupo con un nivel peligrosamente alto en sensibilidad.
Sin embargo, el tema aún no se esclarece al hecho de porque
los jóvenes, propios de la edad, no se encuentren sin el caos, confusión, que genera esta nueva realidad a enfrentar. Precisamente
este sector, tal como lo habíamos mencionado, tiene menos recursos para
afrontar los problemas, tiene menos experiencia y su interpretación de
cualquier situación suele ser la más impulsiva. No hay que pasar por alto que
durante la juventud es cuando se producen más situaciones de estrés objetivas y
específicas, es decir, es el momento en el que hay que tomar decisiones
importantes: que carrera seria la adecuada, qué trabajo escoger o en el caso de
optar por independizarse, que lugar seria el apropiado para vivir, qué pareja
es la ideal, puntos en el noviazgo, convivencia antes de algún compromiso o
matrimonio, si se forma una familia o no... En conclusión, hay muchas más
situaciones de estrés durante este período que cuando la experiencia es generosamente
mayor. Pero ahí no acaba la cosa.
Esta generación denominada “MILLENNIAL” si nos ponemos a analizar, ha estado
particularmente "estresada" desde la infancia. Muchos de estos jóvenes han tenido
un horario muy sobrecargado desde que se encontraban en el colegio, debido a la
idea insertada por sus padres de que si querían llegar a tener éxito personal y
principalmente profesional tenían que ser de pensamiento competitivo. El hecho
de que desde muy pequeños consideren, entre sus posibilidades, una carrera que
les brinde estabilidad es de por sí una carga innecesaria. Todo aquello que
exige un tiempo de concentración y un esfuerzo superior a la capacidad y los
recursos de un niño y adolescente puede causarle estrés, es preferible (por no
decir necesario) no exigir más de lo debido.
Hay otro factor a tener en cuenta entre los jóvenes que
acaban estresándose: sufren porque no saben, de manera certera, cuál es la
dirección correcta que deberían tomar y, por si acaso, intentan abarcarlas
todas, lo que acaba desembocando en muchos casos en crisis de ansiedad o
incluso depresión.
Además, Alarcón menciona que muchos jóvenes no tienen muy claro qué es lo
que se espera de ellos: "Querer dar el 100% en todos los aspectos de
nuestra vida resulta francamente muy complicado. Esto afecta en sobremanera a
la persona causando estos cuadros de estrés, el hecho de buscar y ansiar
destacar como trabajador(a) para su propia satisfacción, así como ser un buen hijo
o hija, lograr convertirse en un estudiante con méritos... prácticamente, ser bueno
en todo. Todo esto desborda a la persona". Si sumamos todos estos factores
no es difícil llegar a la conclusión de que básicamente el estrés se ha
convertido en una forma de vida para los jóvenes de hoy en día.
En la actualidad, se ha vuelto un hábito el llegar a encontrar
cada vez más jóvenes estudiantes que
trabajan al mismo tiempo, Alarcón menciona que en las entrevistas de trabajo que suele realizar nunca falta la persona que busque ,principalmente, un horario accesible por motivos de estudio u otra ocupación a la par, a parte existen otros motivos, por lo general es debido a la necesidad
de cubrir gastos o tener que aportar económicamente a su hogar, convirtiéndose
en una de las más grandes razones por la cual los jóvenes se encuentran
inmersos en esta fase, como Yessica , que durante las mañanas desde las seis
hasta las dos de la tarde se dedica a trabajar en la panadería de su zona, mientras
que por las tardes , de tres hasta las siete de la noche se dirige hasta su
centro de estudios, acaparando todo el día en idas y venidas.
El tener que trabajar y estudiar a la vez crea desventajas
para los jóvenes. Yessica resalta sobretodo que debido al trajín diario no se
puede dedicar mucho tiempo a su carrera y a lo que trae consigo, aparte de que
en algunos casos no ha podido conciliar bien el sueño por tener que terminar
tareas asignadas y luego tener que levantarse temprano ya que, lamentablemente,
no pudo terminarla con tiempo, asegura sufrir de estrés y agotamiento, debido
al constante pensamiento sobre los problemas económicos en su familia, aunque
lo quiera o no, resulta afectada, sin embargo, asegura estar complacida con la elección
tomada , haberse convertido en una pieza importante para mantener la estabilidad
de su hogar es algo que la satisface, “el éxito conlleva esfuerzo, y todo
sacrificio vale la pena”, es una frase que siempre mantiene presente.
Esta enfermedad se manifiesta sin tomarla en serio y dejándola
de lado, pero es muy importante saber reconocer los síntomas de estrés a modo
de prevención para que no se convierta en un problema mayor. Convivir y
gestionar el estrés forma parte de la vida de cualquier adulto. Pero un joven
que todavía carece de la capacidad de vencer este problema corre el riesgo de
sufrir depresión o ansiedad u alguna otra enfermedad, que puede llevarlo a
buscar diferentes salidas, no necesariamente la correcta, como el hecho de
intentar zanjarlo con métodos peligrosos como el consumo de drogas o alguna
otra salida con un difícil regreso.
Entre los síntomas más visibles tenemos el agotamiento y cansancio crónico con sensación
de malestar, excesiva auto-crítica, sensación de persecución, cinismo,
irritabilidad y negatividad con uno mismo y con los demás, brotes de furia por
motivos aparentemente triviales, enfado ante cualquier situación que se
presente, insomnio, dificultad respiratoria en general, sensación de sentirse “inútil”,
de no poder aportar con ideas o tan solo con su presencia, tendencia a correr
mayores riesgos, suspicacia.
Ante esta problemática, la primera sugerencia por la cual se
optaría es que deben reconocer que necesitan ayuda, nada sencillo en el caso de que se encuentran
en la negación, sobretodo en adolescentes y jóvenes, que suelen pensar que son
más que auto-suficientes y saben mucho más que alguien con experiencia o algún
experto en el tema.
Intentar ayudarles a identificar la causa de su estrés y
hablar sobre cómo aliviar la situación. Si se sienten abrumados por los
deberes, el trabajo, recalcar el apoyo que se brindara si es necesario
dependiendo de la situación, la
organización es fundamental, hacer un buen esquema sobre nuestras
responsabilidades, buscar otro tipo de
ayuda si es necesario, ayudar a fijar
objetivos realistas para rebajar la presión. Si se tiene problemas en el instituto,
universidad, etc., buscar algún otro medio donde se pueda conseguir el apoyo
requerido, tutores que brinden un “amparo” más directo.
Yessica menciona que la primera etapa para poder superar
esta enfermedad, suele ser la más difícil, lleva mucho tiempo el adaptarse,
aceptar que cuentas con una enfermedad no es algo del día a día, pero que con
el tiempo ha sabido sobrellevarlo, siempre contando con el apoyo en general.
Además hace énfasis en que se requiere mucha “paciencia” y sobretodo
mantener una buena comunicación con los demás, es decir, que la persona en
cuestión logre comprender lo que le está pasando, y segundo, que hagan caso a las
recomendaciones. Por eso es muy importante hacerles entender que respetamos los
motivos que dieron origen a estos síntomas de estrés y queremos ayudarles a
superarlo.
Es importante hacer mención que este problema, le sucede
básicamente a personas mayores, sin embargo, no quiere decir que nosotros como
jóvenes no estemos propensos a contar con ello, por lo contrario, todos tenemos
que aprender a resolver momentos de enorme estrés durante cualquier etapa de
nuestras vidas. Las consultas de psicólogos y psiquiatras se llenan con
personas de todas las edades, algunos
muy mayores, cuyos problemas psicológicos o enfermedades se derivan de no haber
resuelto situaciones de estrés durante su infancia o adolescencia.
Lejos de que alguien pretenda meterse en la vida de
cualquier persona, se les quiere brindar la ayuda necesaria ante este hecho, reconocer
el estrés es el primer paso para superarlo. Y aprender a superar el estrés
ahora supone una lección que les ayudará durante toda la vida.
Una de las formas más factibles para combatir el estrés es a
través de la diversión. Buscar alguna actividad familiar de ocio, ir al cine o
alquilar una película, salida de amigos, fin de semana, paseos campales, un
partido de fútbol, una cena especial…. Cualquier cosa que se encuentre dentro
del margen correcto de distracción.
Aprender juntos, con el círculo de amigos, la familia, diferentes
maneras de combatir el estrés. Existen muchísimos recursos en la cual puedes
obtener información valiosa acerca de este tema, incluyendo la red donde se
puede adquirir diferentes consejos y ejercicios. Si es preciso, se requiere la
ayuda de un experto, pero no sin antes intentar contar con la información
básica.
Finalmente, el deporte es una magnifica manera de luchar
contra el estrés. La liberación de la energía en una situación netamente
saludable es la vía más sugerente para evitar estresarte, Tal vez animarnos a
ir a un gimnasio o participar en un deporte de equipo, clases de tenis,
natación, o cualquier otro deporte del agrado de la persona con estos síntomas siempre
es bienvenido….
Pero sobre todo, APOYARLO.